12. La Ceremonia Del Mando

Como imaginé, fue Kei quien apareció en el sueño. Iba decidido a empalar a la Sacerdotisa. Pero primero se dirigió hacia el almacén de libros para dirigirse al tercer piso de éste, donde fotografió a Amane. Por lo que cuando llegó allí, no encontró nadie por el camino, recogió el Diario Azul 3. Después de aquello volvió al patio del santuario donde recogió las hierbas de las ruinas, como siempre y salió del patio hacia el jardín.

Cuando entró al jardín, la Sacerdotisa Tatuada apareció en el corredor de la derecha, por lo que Kei se dirigió hacia el de la izquierda. Siguió hacia delante y entró en el altar este. Fue al altar y tuvo que resolver un puzzle con unas velas. Donde el truco estaba en desaparecer la sombra de la estaca. Por lo que Kei encendió las siguiente velas: (tomando la posición de las velas como las horas de un reloj) la de las 10, la de las 3 y la de las 4.

Una vez completado, Kei recibió la Estaca Tatuada 1. Oyó una voz y fue a salir de allí, pero la puerta estaba sellada. Sacó la cámara a ver que era lo que pasaba y apareció una niña voladora.

Un espíritu con el que no había tenido experiencia, pero estuvo observando sus movimientos y descubrió que cuando la niña iba a abalanzarse sobre él, entonces tenía la oportunidad de hacerle un disparo Cero, seguido de unos combos y la niña desapareció.

Al desaparecer, dejó el accesorio "Golpe" una lente parecida a la "Cero" pero que consume más puntos espirituales. Después de salir del altar este se dirigió al otro más próximo. Por lo que fue al altar norte, donde una vez dentro, tuvo que resolver otro puzzle. Lo resolvió de la siguiente manera: apagó la vela de la izquierda, encendió la central y las tres velas de más a la derecha.

Una vez quitada la sombra, obtuvo la Estaca Tatuada 2. Después se dirigió hacia el cuarto del armario, para ir después al cuarto de proyecciones donde recogió un carrete tipo 14. Y después volvió al cuarto del armario donde cogió una Luz Purificadora. Luego subió a la habitación de kimonos donde al acercarse al espejo, Kyoka le atacó.

Ya la conocía bastante bien, por lo que se limitó a esperar la oportunidad de los disparos Cero y con unos combos, la eliminó. Al terminar el combate obtuvo el Diario Púrpura 3. Salió de la habitación hacia el recibidor de barras donde abrió el armario de siempre para coger hierbas. Pero le sorprendió una niña que había en el armario que se abalanzó sobre él, pero Kei la fotografió rápidamente.

Se dirigió hacia el cuarto de la figura de madera. Yendo hacia allí, vio en el espejo anterior a la puerta a una mujer aguja que se reflejaba. Pero no estaba en el pasillo. Por lo que significaba que luego se mostraría ante Kei.

Entró y cruzó la sala hasta llegar a la trampilla del fondo para poder acceder al subsuelo y llegar hasta el altar oeste. Una vez allí, apareció otro puzzle para resolver, por lo que Kei hizo lo siguiente: encendió la vela de la derecha en el candelabro izquierdo, en el candelabro derecho encendió todas menos la que marca las 10. Una vez resuelto, obtuvo la Estaca Tatuada 3.

Regresó al cuarto de la figura de madera para recoger la Luz Purificadora del altar y salir de allí. Como sospechaba, la mujer aguja tenía que haber aparecido. Por lo que al salir del cuarto, apareció a  espaldas de Kei.

Optó por huir, ya que prefirió guardar los carretes para otro momento. Ahora le faltaba llegar al altar sur, por lo que se dirigió al cementerio para después poder acceder a las escaleras. Las subió, siguió adelante y bajó al piso de abajo para guardar. Luego se dirigió al cuarto de la persiana donde se oía a una mujer cantando. Accedió al centro y el filamento azul indicaba que un nuevo espíritu procedía del armario.

Salió de aquel cuarto y se dirigió hacia un pequeño mueble que había al fondo del pasillo. Pero antes cogió una Luz Purificadora que había en un pequeño habitáculo debajo de las escaleras. Después de coger la luz, se dirigió a empujar aquel mueble. Lo apartó y accedió a un balcón que se situaba encima del cementerio.

Caminó por el tejado hasta que llegó a una puerta que daba paso al cuarto cerrado. Allí recogió el Diario Púrpura 4 del suelo y al terminar de leerlo, Kyoka apareció a su lado, por lo que se giró y la fotografió. También recogió del armario el carrete tipo Cero. (Si jugara por segunda vez, al subirse al cojín junto al espejo tapado, apareció otro espíritu secreto) Después de coger el carrete, Kei bajó por la trampilla del suelo y llegó al salón de la chimenea. Al llegar abajo, Kyoka volvió a atacar a Kei. Éste acabó con ella y le dejó la lente "Perforar", ya que conocía sus movimientos.

Después cogió las hierbas de debajo de las escaleras y subió por la escalera que había a la derecha que lo llevaba hacia el loft tatami. Una vez allí, bajó por las escaleras y cuando éstas terminaban pudo ver un carrete tipo 14 bajo éstas. Después accedió al altar sur para resolver de nuevo un sencillo puzzle, que lo hizo así: apagó todas las velas, menos la de arriba del todo y encendió la que estaba situada a las 7. Y obtuvo la Estaca Tatuada 4. (Si jugara por segunda vez, en el altar podría fotografiar a otro nuevo espíritu)

Salió de allí y de nuevo en el loft tatami cogió la Luz Purificadora. Como ya tenía las cuatro estacas, tenía que ir al santuario por lo que pasó por el cuarto anexo al tatami para coger carrete y después llegar al santuario. Una vez allí se dirigió a las cortinas, y abrió la doble puerta. Una vez dentro guardó y bajó las escaleras.

Después de un pequeño flash, apareció, al igual que Miku, en una escalera con forma de espiral. La estuvo bajando y al llegar abajo, apareció Yashu Kuze. Se mostraba muy enfadada, ya que como aparecía en diversos libros, los hombres no podían llegar hasta donde Kei lo hizo. Por lo que ésta lo atacó sin piedad. Kei usó los carretes tipo 90-cero junto con unas lentes y la anciana no duró mucho.

Después de atravesar la doble puerta, apareció otro flash y Kei estaba en el abismo del horizonte preparado para entrar en el santuario de la sacerdotisa dormida. Entró dispuesto a empalar a la sacerdotisa, pero Kei no se dada cuenta de donde se estaba metiendo realmente.

(Si jugara por segunda vez, se dirigiría hacia la caverna de la derecha, para retratar a otro espíritu. Y con apuntando con la cámara hacia la puerta del santuario, retratará a otro espíritu)

Al entrar no se encontraba bien, su cuerpo comenzaba a pesarle y le costaba respirar. Más tarde, se dio cuenta que el santuario estaba lleno de Sacerdotisas Tatuadas y Empaladas. De repente apareció la figura de Reika diciendo que al final había venido. Kei se giró y continuaba dispuesto a realizar la ceremonia del mando, pero vio la peor de sus pesadillas. No podía creerlo, pero Reika aparecía ya empalada. Pero sus estacas comenzaban a caerse y no sólo las suyas, las de las demás sacerdotisas también lo hacían. Por lo que Kei buscó la salida, pero era demasiado tarde. Quedó encerrado, atrapado y absorbido hacia los muertos. Finalmente, entendió el por qué no había que molestar a la Sacerdotisa Dormida. (Final Kei)

Después de aquello, desperté. No creía lo que le había pasado a Kei. Había desaparecido, bajé al salón y había una mancha de hollín en el sofá. Al igual que le ocurrió a Yoshino. Busqué en el maletín de Kei y cogí un cuaderno y una cinta.

Volví a mi cuarto para echarme un rato, pero se me fue el santo al cielo y ya era de noche. Me puse a escuchar la cinta que cogí de la maleta de Kei y oí el testimonio de Kaname Ototsuki. Resultaba que era el novio de Reika y que quería verla de nuevo, por lo que iba a intentar lo que fuera para conseguirlo. Después de terminar de oírla, la radio espiritual empezó a sonar.

La cogí y fui al cuarto de Miku, donde caminé un poco y me situé al lado de la mesita de Miku donde vi que había una trampilla en la parte del techo. El ruido parecía venir de ahí arriba. Por lo que subí para comprobarlo.

Al subir fotografié a una mujer que apareció y revisé posteriormente los cajones. Me encontré dos cuadernos, una película y un pendiente. Después de leer aquello, fui al cuarto de Yuu para recordarlo, como hacía en todo momento y quería ir con él, al igual que hacía Kaname con Reika.

Fui a darme una ducha para despejarme un poco, pero no paraba de recordar a Yuu. Cada vez que lo hacía el tatuaje me dolía más y más. Cuando terminé, fui de nuevo a mi cuarto. Pero al entrar tuve la sensación de que había alguien. Y así fue, una mujer estaba debajo de mi escritorio, la fotografié y se fue. Después pude echarme a dormir, aunque con el miedo de conocer lo que me podía ocurrir si encontraba a Yuu.

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